Consejos prácticos para limpieza de azulejos:
Los azulejos son los grandes protagonistas de las cocinas y los baños, aunque en ocasiones olvidamos que también requieren una limpieza en profundidad de vez en cuando.
Vinagre blanco: sin duda es uno de los mayores aliados de la limpieza, especialmente efectivo contra la cal.
Amoniaco: es el producto que acabará con la grasa de manera sencilla.
Lo primero que tendremos que hacer es verter agua y un buen chorro de vinagre blanco (más o menos la medida de un vaso) en un recipiente o una palangana profunda para que no se salga el agua. Lo removeremos bien y mojando papel de periódico comenzaremos a limpiar los azulejos. Si además para esta mezcla usamos vinagre caliente quedarán tan brillantes como no los habíamos visto en años. Dejaremos que pasen unos minutos para que se sequen, y con un trapo limpio frotaremos para sacarles más brillo. Este truco nos servirá también para grifos y duchas.
También podemos limpiar los azulejos del mismo modo, pero añadiendo amoniaco en vez de vinagre. En este caso es perfecto para los azulejos de la cocina, ya que funciona como un magnífico desengrasante y no deja rastro.
Otro producto es el Bicarbonato, con 3 cucharadas en una cubeta con vinagre blanco suficiente para dejar los pisos brillantes, si el olor del vinagre lo sientes muy fuerte, agrega algún producto aromatizante. Pasas el mop y para potenciar mas el brillo pasar un mop limpio al secar.